Encontrar un momento libre de un médico en servicio es una tarea difícil y captar su atención para una entrevista sin prestarle atención a las enfermeras imparables y al altavoz del hospital, más aún. Dentro de este ambiente en el que no se para ni un instante la atención a los pacientes, encontramos a la doctora Andrea Tamariz Mauriola, residente de la aún joven especialidad de Medicina Familiar, quien nos brindó 20 gratos minutos para contar su experiencia en el Hospital Uldarico Rocca Fernandez.
-Doctora, le agradecemos brindarnos unos minutos de los que ocupan sus pacientes.
A: Has tenido suerte, generalmente hay una larga fila de espera, a pesar de que a mi llegada aquí hace 4 meses, recién se aperturó este consultorio. Aquí no había Medicina Familiar.
- Es una especialidad nueva, cuéntenos un poco de lo que trata y porque la escogió usted como segunda especialidad en Medicina.
A: Así es, es una especialidad aún en crecimiento, pero verdaderamente hoy vemos cuanto hacía falta. Recibió muchas críticas al inicio, básicamente sobre su funcionalidad y hasta la tildaban de romántica y superficial, pero no es así. Los pacientes, la comunidad, necesita una especialidad que los unifique como familia, que les enseñe que el caso del papá no es ajeno al del hijo, los patrones se repiten. Necesitaban que se les enseñe las consecuencias de la mala convivencia, de los malos hábitos de higiene y de la alimentación. Nuestro fin en sí es apoyarlos como familia, a que se respalden entre sí, un enfermo puede recibir la mejor atención médica del mundo, pero si no tiene el soporte familiar, verdaderamente no tiene nada. Eso somos, una necesidad satisfecha, no antes prevista, de la que nadie se dio cuenta su ausencia.
- Es increíble que con la descripción que me da, un hospital como este haya aperturado recién hace 4 meses este consultorio. ¿Qué soporte tenían antes los pacientes?
A: Sólo el que le puedan dar las enfermeras, pero no es una atención ampliamente personalizada ni dedicada. Estamos aquí para que sientan que son escuchados y que, sobretodo, como familia unida lo pueden todo. No somos psicólogos, no somos obstetras, nutricionistas, ni ninguna otra especialidad. La labor que tenemos ahora todos los médicos familiares es saber llegar a los pacientes y empoderar poco a poco nuestra especialidad.
En el consultorio de la doctora, podemos ver que con la misma pasión que nos habla, decoró y habilitó cada espacio para recibir a sus pacientes, ya que como afirma, le entregaron un cuarto blanco y un escritorio marrón, "ese no era un ambiente adecuado para ser empático, para transmitir conocimientos ni esperanza".
Todo lo que transmite se ve reflejado en las fotos del equipo médico que nos otorgó. Personas como todos, disfrutando con pasión su labor.
Andrea, como nos pidió que la llamemos, está cursando sus especialidad en la Universidad Cayetano Heredia y se desempeña en nuestro hospital como Médico Familiar y Médico de Emergencias. Hoy ya sabemos que podemos encontrar una aliada más para los pacientes y ofrecerles el mejor servicio, el que se merecen.
Gracias Andrea por tu pasión y entrega. Estamos orgullosos de que formes nuestro equipo.



